En esta segunda entrada dedicada a nuestro físico, vamos a tratar otra de las zonas importantes que hay que ir preparando para los próximos ensayos y salidas procesionales, esta es LA ZONA ABDOMINAL Y LUMBAR.
Muchos creemos que con ir fajados correctamente, es más que suficiente para proteger nuestra zona lumbar; nada más lejos de la realidad. Una faja puede protegernos y ayudarnos de una manera superficial y eficaz, pero nunca será una protección lo suficientemente fuerte si no disponemos de una musculatura preparada y fuerte en esta importante zona de nuestro cuerpo (la colocación de la faja la veremos cuando tratemos la parte de la ropa).
Muchas de las lesiones graves de los costaleros se producen en esta zona, y de entre todas, las más delicada y definitiva es la temible HERNIA DE DISCO, que consiste en un estrangulamiento y rotura de los discos intervertebrales, debido a su desgaste, producido por una discopatía degenerativa, o por una agresión en la propia columna vertebral. Previamente a estas hernias, se pueden producir también las PROTUSIONES, que suponen un paso previo, aunque puede que no desemboquen en hernia si tenemos suerte. Estas dos lesiones son muy dolorosas y su aparición son el el paso previo a la retirada de los pasos.
Por tanto, y para evitarlas se hace necesario el que nos tomemos en serio dos aspectos importantísimos: el primero es la preparación y fortalecimiento de la zona, y la segunda nuestra disciplina postural, tanto en la vida cotidiana como trabajando debajo de los pasos. Maticemos
El hacer abdominales no nos da el tono suficiente para estar preparados, es necesario el complementarlas con el trabajo de la zona lumbar para no desequilibrar la tensión muscular de la zona. A modo de consejo, deciros que tan importante son unos abdominales fuertes como unos lumbares, en la misma dimensión. Pero igual de importante es que los ejercicios que hagáis, los realicéis correctamente, y si es bajo la supervisión de profesionales, mejor que mejor; aunque para ir comenzando podéis visitar algunas páginas Web especializadas (http://www.abdominales.es/ ó http://www.fisiosana.com/).
También, y a modo de prevención de lesiones graves de espalda, es importantísimo la DISCIPLINA POSTURAL en la vida cotidiana: La forma de sentarse, de dormir, de mover cargas, etc., si lo hacemos de forma correcta, evitaremos, o por lo menos minimizaremos, este riesgo de lesiones. Y si esto lo llevamos al trabajo que realizamos debajo de los pasos, esta disciplina será aun más importante. TRABAJAR POR DERECHO, sin forzar la espalda y evitando en lo posible arqueos peligrosos, seran aspectos vitales para que nuestra vida de costalero sea lo más larga y productiva posible. A veces es mejor ser sincero con el capataz y comunicarle cuando las cosas no van bien, que callarnos, forzar nuestra columna y después lamentar situaciones irreversibles.
Resumiendo: Ser disciplinados y cuidadosos con vuestra postura natural, y sobretodo preparar y fortalecer las zonas de riesgo con ejercicios controlados que nos ayuden.
Ser costalero es una de las experiencias más maravillosas que un ser humano puede realizar; sentir el peso de un paso sobre nosotros, poderle con nuestro trabajo y por extensión el del grupo, la contemplación del resultado de ese esfuerzo colectivo y su repercusión en el público, y que nos admira por ello como recompensa, merece que nos cuidemos; porque su duración en el tiempo depende de que seamos conscientes del riesgo que conlleva para nuestra salud. ¡FUERTE P´ARRIBA!.
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